Insatisfechos pero conformes con la política

      Cada vez es mayor el porcentaje de ciudadanos españoles que considera a la clase política como un agente problemático en el buen funcionamiento de la democracia. No hay más que recurrir a los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de este país para darnos cuenta de que los españoles no creemos ni en la política de España ni en los que la ejecutan. Cuando a los ciudadanos se les formula la pregunta «y refiriéndonos ahora a la situación política general de España, ¿cómo la calificaría Ud.: muy buena, buena, regular, mala o muy mala?» , la mayoría contesta negativamente. Concretamente, el 29% de los encuestados considera que el clima político actual es malo en un 29% y muy malo en un 52%; es decir, que el 81% de los españoles está insatisfecho con la política que rige a este país. Por no hablar de la esperanza depositada en que esta situación cambie; ya que la mayoría considera que la situación será igual o peor que ahora. Es decir, los ciudadanos saben que algo va mal  en el sistema político español pero no confían tampoco en que este vaya a mejorar de aquí a un futuro próximo.

CIS diciembre 2013

      Pero, entonces, ¿por qué este descontento no se refleja en la urnas? A día de hoy, según los datos publicados por Metroscopia, la intención de voto continúa siendo capitaneada por los dos partidos más «populares» de España: PP y PSOE . Lo cual refleja esa necesidad histórica de votar «útilmente», bien a favor de tu partido -si estás contento con sus actuaciones del pasado- o en contra de tu partido enemigo -para que no salga elegido, aunque el partido del que más afín eres haya hecho las cosas mal, a tu parecer-. En este sentido se puede decir que el contexto social y político que estamos viviendo no concuerda con lo que luego vamos a votar en las urnas.

      Sin embargo, si volvemos al gráfico de Metroscopia al que nos referimos podemos comprobar que el índice de participación ha bajado 6,7 puntos respecto a las últimas elecciones. Lo cual es bastante significativo teniendo en cuenta que, al igual que el partido que gobierna en la actualidad, también ha sufrido un descenso en su popularidad electoral; precisamente ha pasado del 44,6% que le llevó al poder al 32,0% que ahora la intención de voto le otorga. Por lo tanto, estamos hablando de un declive generalizado tanto en la confianza de los ciudadanos, que cada vez participan menos en las urnas, como en la popularidad de los partidos políticos mayoritarios de este país. Ya que, en situaciones «normales», el PSOE hubiera aprovechado la impopularidad de su principal contrincante, el Partido Popular, para sobrepasar así el mal trago de las elecciones de 2011.  Sin embargo, la reglas del juego han cambiado y ahora a la partida se han unido más jugadores, concretamente, IU y UPyD. Ambos partidos se encuentran en un casi continuo crecimiento en porcentaje de votos, aunque no llegan a desbancar al férreo bipartidismo.

Intencion Voto enero 2014

      Como bien vemos en el anterior gráfico las principales fuerzas políticas continúan siendo Partido Popular, con un 32,0% de los votos, y Partido Socialista, con un 33,5%. A estos datos acompaña un titular: «El aborto debilita el apoyo electoral al PP». Según El País, estos resultados electorales corresponden a la insatisfacción de votantes del PP ante la polémica reforma que pretende llevar a cabo el Gobierno de este mismo partido. Bien. Pero lo más curioso es que, en situaciones «normales», el porcentaje de votos que perdiera el PP se convertiría en más votos para PSOE, únicamente. Sin embargo, ahora la tarta se reparte entre más partidos como son Izquierda Unida y Unión Progreso y Democracia quienes están beneficiándose del supuesto descontento sociopolítico de los ciudadanos de a pie hacia el bipartidismo político que, aún a día de hoy, sigue premiándose en la urnas.

      Bien es cierto que, aunque en las encuestas nos digan que la mayoría de votos son para PP o PSOE, lo que los datos no contemplan es el funcionamiento del sistema electoral, hecho a medida para que una de estas dos fuerzas políticas gobierne autoritariamente por delante de partidos «minoritarios». Los cuales son minoritarios a efectos prácticos pero igual no tanto a pie de calle; ya que la alternativa a esta situación política -insatisfactoria para los ciudadanos y regida por PP y PSOE- se concentra o bien en votar a otros partidos (no hacer uso del voto «útil») o simplemente en no votar. A continuación se muestra un gráfico de los resultados de participación electoral en España donde vemos que desde las elecciones de marzo de 2004 el porcentaje de personas que fueron o irían a votar en las respectivas convocatorias electorales ha ido disminuyendo ininterrumpidamente. 

Participación Electoral en España (%)

      Teniendo en cuenta que la cifra de diciembre de 2013 es orientativa, según los datos vertidos por Metroscopia de intención voto, se deduce que cada vez va menos gente a votar y que las mayorías absolutas, por tanto, tienen menos sentido. No hay más que ver el porcentaje de votos con el que el Partido Popular consiguió la mayoría absoluta, el 44%. Es decir que le votaron menos de la mitad de los votantes y aún así tiene la mayoría de escaños del Congreso de los Diputados. Lo cual resulta cuanto menos ilógico, sabiendo que a cualquier ciudadano para aprobar un examen, seguramente menos relevante que la tarea de dirigir todo un país, le piden un 50% .

      Dicho lo cual, los datos no son como nos los pintan ni lo que interpretamos es absoluto.

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Un pensamiento en “Insatisfechos pero conformes con la política

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